

Las inversiones mundiales en energías renovables Alcanzarán los 807 mil millones de dólares en 2024
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Inversión récord en renovables, pero el ritmo de crecimiento se ralentiza al 7,3
Abu Dabi, Emiratos Árabes Unidos, 17 de noviembre de 2025 - Las inversiones mundiales en la transición energética alcanzaron un nuevo récord de 2,4 billones de dólares en 2024, lo que supone un aumento del 20% respecto a los niveles medios anuales de 2022/23. Alrededor de un tercio se destinó a tecnologías de energías renovables, lo que elevó la inversión en energías renovables a 807.000 millones de dólares.
A pesar de este hito, el crecimiento interanual de las energías renovables se ralentizó significativamente, con un aumento de las inversiones anuales del 7,3% en 2024, frente al 32% del año anterior, según un nuevo informe de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) y la Iniciativa de Política Climática (CPI).
Panorama mundial de la financiación de la transición energética 2025 se publicó en vísperas de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Clima COP30, que se celebrará en Belém (Brasil). Su objetivo es informar sobre el diálogo financiero mundial y apoyar a las delegaciones mediante el seguimiento de las inversiones en tecnologías de energías renovables y sus cadenas de suministro, analizando las tendencias regionales, así como las fuentes e instrumentos de financiación.
Principales resultados:
- el 96% de las inversiones en energías renovables se destinaron al sector eléctrico, continuando una tendencia a largo plazo.
- La inversión mundial en energía solar fotovoltaica alcanzó un récord con 554.000 millones de dólares en 2024, un 49% más.
- La inversión en energías renovables, redes y almacenamiento en baterías superó la inversión en combustibles fósiles en 2024, aunque el gasto en fósiles va en aumento.
- La inversión en tecnologías de transición energética creció en todo el mundo, pero el 90% siguió concentrándose en las economías avanzadas y China, dejando atrás a los países emergentes y en desarrollo.
Francesco La Camera, Director General de IRENA, declaró: "Las inversiones en transición energética siguen creciendo, pero no al ritmo necesario para alcanzar el objetivo mundial de triplicar la capacidad renovable para 2030. La financiación de las energías renovables se está disparando, pero sigue estando muy concentrada en las economías más avanzadas. Mientras los países se reúnen en la COP30 para avanzar en la "Hoja de ruta de Bakú a Belém hacia los 1,3 billones", es esencial aumentar la financiación para los países emergentes y en desarrollo para que la transición sea verdaderamente inclusiva y global"
El informe de IRENA muestra que las economías avanzadas y principales economías pueden recurrir a los recursos financieros nacionales para financiar las transiciones energéticas. En cambio, los países de renta baja dependen del apoyo externo debido, entre otras razones, al subdesarrollo de los mercados financieros, la limitada capacidad fiscal, los elevados costes de capital y la vulnerabilidad asociada a la deuda.
A escala mundial, casi la mitad de la inversión total en 2024 se canalizó en forma de deuda, la mayor parte a tipos de mercado. El resto se aportó a través de fondos propios. Las subvenciones representaron menos del 1%. La urgente necesidad de movilizar inversiones, combinada con la escasez de capital de impacto, como deuda a bajo coste y subvenciones, arriesga agravar las cargas de endeudamiento.
Añadió el Sr. Francesco La Camera: "IRENA lleva mucho tiempo haciendo el llamado a un uso más inteligente de los fondos públicos para desbloquear la inversión privada a través de herramientas de mitigación de riesgos. Sin embargo, la fuerte dependencia del capital con ánimo de lucro está dejando atrás a los países en desarrollo. Allí donde no fluya la financiación privada, el sector público debe tomar la iniciativa, respaldado por una cooperación multilateral y bilateral más intensa y una mayor financiación para el clima"
El nuevo informe de IRENA también destaca que la inversión en cadenas de suministro y fabricación para la transición energética sigue siendo fundamental, pero está muy concentrada. China acapara el 80% de la inversión mundial en instalaciones de fabricación de tecnologías solar, eólica, baterías e hidrógeno entre 2018 y 2024. Desde un punto de vista positivo, están surgiendo nuevas fábricas fuera de las economías avanzadas y China, lo que amplía la seguridad energética y los beneficios socioeconómicos de la transición a otras economías en desarrollo.
En general, la inversión mundial en fábricas que producen equipo solar, eólico, baterías e hidrógeno cayó un 21%, hasta 102.000 millones de dólares, en 2024, impulsada por una caída significativa de las inversiones para la fabricación de paneles solares fotovoltaicos. En cambio, la inversión en fábricas de baterías casi se duplicó hasta los 74.000 millones de dólares, reflejo de la creciente demanda de almacenamiento en redes, vehículos eléctricos y centros de datos.
La inversión extranjera directa, a través de empresas conjuntas, asociaciones tecnológicas e intercambio de conocimientos, será vital para reforzar la cooperación internacional y ampliar la fabricación para la transición energética en las economías emergentes y en desarrollo, incluso mediante la colaboración Sur-Sur.
Además, se necesitan políticas específicas para garantizar que estas actividades se lleven a cabo de forma social y ambientalmente sostenible y que sus beneficios se compartan equitativamente.
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