

La transición energética de Sudamérica, lista para beneficiar a empresas y sociedad
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El informe Regional Outlook de IRENA destaca las enormes oportunidades de crecimiento económico, innovación y seguridad energética en toda la región, pero llama a realizar una inversión significativa
Abu Dabi, Emiratos Árabes Unidos / Belém, Brasil, 10 de noviembre de 2025. De acuerdo al nuevo informe Panorama Regional de la Transición Energética en Sudamérica presentado por la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Clima COP30 celebrada en Belém, Brasil, el cambio de Sudamérica hacia las energías renovables puede abrir nuevas oportunidades e impulsar un progreso sostenido.
En la actualidad, la región no atrae inversiones suficientes para la transición energética, ya que en 2024 recibió 58 000 millones de dólares, representando solo el 2.5 % del total mundial de 2.4 billones de dólares. Para alcanzar sus objetivos de transición energética, Sudamérica necesita aumentar la inversión en proyectos y el gasto en bienes para aplicaciones de uso final hasta alcanzar un promedio de 500 000 millones de dólares al año hasta 2050.
Acelerar la transición energética tendría beneficios económicos y sociales netos que superarían con creces los costos iniciales. La trayectoria de descarbonización de IRENA muestra que la región podría aumentar su crecimiento del PIB en un 1.1 % adicional al año durante el periodo 2023-2050 en comparación con los planes actuales, creando al mismo más de 12 millones de puestos de trabajo en el sector energético.
Francesco La Camera, director general de IRENA, declaró: «Para 2050, las energías renovables podrían abastecer de energía a casi toda Sudamérica, pero solo teniendo conexiones de red más sólidas y una importante inversión para electrificar los hogares, el transporte y la industria. El cambio abre enormes oportunidades para construir cadenas de suministro locales resilientes, impulsar la manufactura y crear puestos de trabajo de alta calidad en energías renovables, redes y tecnologías limpias».
A nivel mundial, en 2024 se añadió una capacidad récord de 582 gigavatios (GW) de nueva energía renovable y, por primera vez, las inversiones en energías renovables superaron a las de combustibles fósiles. Sudamérica contribuyó en gran medida a esta tendencia, añadiendo 23 GW de capacidad renovable y reforzando su posición como una de las regiones más competitivas en términos de costopara las energías renovables.
La Camera añadió: «A medida que disminuyen los puestos de trabajo en el sector del petróleo y el gas, los nuevos empleos en el sector de las energías limpias compensarán con creces la diferencia. La transición también significa una menor dependencia de los combustibles fósiles, mayor seguridad energética y balanzas comerciales más saludables. La transición energética de Sudamérica no solo es imparable, sino que supone una oportunidad única para que empresas y sociedad impulsen la industrialización verde y desbloqueen el crecimiento».
El sector energético de Sudamérica ya está experimentando un cambio decisivo hacia las energías renovables y tiene el potencial de generar hasta el 98.5 % de su electricidad a partir de fuentes renovables para 2050. Alcanzar este nivel requiere añadir hasta 55 GW de capacidad renovable cada año, más del doble del ritmo actual de adición de capacidad, con las energías solar y eólica a la cabeza de la expansión.
Adicionalmente, garantizar la seguridad energética en la región requerirá de inversiones sustanciales en almacenamiento, capacidad de respaldo y nueva infraestructura de red para gestionar la variabilidad y mantener la confiabilidad. La planificación coordinada, la inversión en interconexiones transfronterizas y los mercados regionales de servicios auxiliares también pueden desempeñar un papel importante en reducir la presión sobre los sistemas nacionales y garantizar la estabilidad del suministro.
Para aprovechar las ventajas comparativas del continente, la IRENA propone siete medidas regionales centradas en la energía, entre las que se incluyen la mejora de la interconexión de las redes, integración de los mercados eléctricos, estrategias de cadena de suministro para la energía solar y eólica, el desarrollo coordinado del hidrógeno verde y biocombustibles sostenibles, y estrategias específicas para la industrialización y la eficiencia energética.
El Panorama Regional evalúa la integración de tecnologías renovables y bajas en carbono en el sistema energético de 13 países sudamericanos. Se elaboró en estrecha colaboración con socios regionales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
El reporte proporciona a los responsables de elaborar políticas en la región de una guía para apoyar la planificación energética nacional y la preparación de las contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC), así como insumos para la planificación de infraestructura local e inversiones. También ofrece al sector privado información útil para la planificación estratégica y la evaluación de riesgos.
Lea Panorama Regional de la Transición Energética en Sudamérica: Resumen ejecutivo




